Ven, aproxímate. Quédate cerca de mí. Mi boca te ansía. Sí, soy carnívora pero no comeré de ti más de lo que quieras. ¿Peligrosa? No, soy inocua: la raíz que me sustenta, la que me da verdor me ata a la tierra, y constriñe mi tiranía a los confines de mi maceta. Hace mucho, cuando las plantas, antes de saberse plantas, deambulaban sobre las banquetas, fui volátil. El viento me arrebataba a cada instante, pero sin alas el viento hiere. Lo mío, lo conocí desde entonces, no era la libertad de los elementos, lo mío era una jardinera en la sombra y el riego tres veces por semana. Y eché raíces y me viví concreta. Descuida, no podría perseguirte aunque quisieras. Aunque el hambre que me inspiras me consuma, me quedaré estática a desear que vuelvas. Oraré por que permanezcas.
1 comentario:
Hola Karliux, chido por el blog, seguro aprenderé nuevas palabras para tanto silencio...besos.KORE
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