miércoles, 28 de enero de 2009

Amor Amor

El amor, además, como la muerte, es inevitable. Empeñarse en no amar implicaría un derroche de energía inútil. Tal como lo implicaría el pretender no morir. He querido no amar, pero el amor me devuelve a su mar con violencia. Estoy amando. Y qué bueno que duela.

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