jueves, 9 de julio de 2009
Infelicidad
¿Infelicidad? Sí, a veces la experimento. Pero sólo cuando reflexiono sobre mí mismo y me da por pensar que no soy una máquina. En ocasiones como ésas detengo el trabajo, respiro profundo y exhalo con fuerza un rugido que, aunque no lleve consigo ninguna palabra, parece reclamar algo… a alguien, no se a quién. Entonces me siento, tomo mi cabeza entre las manos y me creo convencido de que tengo derecho a un salario digno de mi esfuerzo, a días de descanso, a un horario más flexible. Sin embargo, todo pasa pronto. Me reincorporo y vuelvo a mis obligaciones. Supongo que es consecuencia de mi excelente programación como ser humano.
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1 comentario:
Mh... ciencia ficción. Me gusta, me gusta.
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